365 HISTORIAS

Comencemos el año con una imagen que me parece oportuna para la ocasión. No, no temáis, amigos lectores, saturados como estáis sin duda por los mensajes optimistas llenos de buena voluntad, fuegos de artificio, corazones que lanzan destellos y copas de champán que se chocan artísticamente. Esta imagen a la que me refiero no desea un 2017 lleno de magia, amor y salud; no pide tampoco trabajo para todos ni paz en el mundo. Es una imagen que habla de historias.

El dibujante uruguayo Troche es uno de mis últimos descubrimientos. Me parece un tipo genial, con una increíble capacidad para crear escenas sencillas llenas de sugerencias. En esta viñeta capta el maravilloso vínculo que une al que trabaja con las palabras y al que las recibe. Dándole la vuelta al lugar común, que habla de la capacidad de la literatura para unir a los que están lejos, aquí el creador y su destinatario están muy cerca, aunque a la vez separados por el engranaje cuadriculado, impersonal, mastodóntico de la vida moderna. ¿Qué queréis que os diga? Yo deseo que el 2017 esté lleno de historias. Historias para contar, para escribir, para leer, para compartir. Como mínimo, 365. No tienen por qué ser felices (no todas lo serán, de hecho). Es lo maravilloso de la literatura: incluso con los momentos amargos, es capaz de crear belleza.

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