PALABRAS EN EL BALCÓN

Los balcones de Ribadeo están llenos de poesía. No les basta con tener flores, visillos, rejas historiadas y vidrios de colores: también están adornados con las palabras de una forastera que abrazó el gallego como si fuera su propia lengua.

Pido disculpas por la escasa definición de la imagen que acompaña estas líneas. Cuando paseaba por Ribadeo estos días atrás, sólo contaba con mis ojos dirigidos hacia lo alto y un móvil de calidad más que justita. Tampoco he encontrado en Internet imagen alguna de esta iniciativa. Se trata de Palabras no Balcón, campaña promovida por la Asociación Cultural Francisco Lanza en homenaje a la escritora María Victoria Moreno, elegida este año para ser la figura central del Día das Letras Galegas. Ella es una autora de literatura infantil y juvenil que fue también profesora de Lengua y Literatura españolas en institutos de Lugo, Sanxenxo y Pontevedra. Lo curioso del caso es que esta mujer que cultivó amorosamente el gallego había nacido en una población de Cáceres en el peor año posible para las veleidades con lo no castellano: 1939. Enamorada de un idioma extraño, vigilada por el franquismo (al parecer, llegó a dar clases clandestinas de su lengua de adopción) y dedicada a impulsar entre sus alumnos el amor a la escritura, fuera en la lengua que fuera, esta mujer singular optó por el gallego para su labor creadora, destinada al público más joven. Yo, que no había oído siquiera mencionar su nombre, me ha paseado por Ribadeo mirando hacia lo alto para conocer sus cálidos y entrañables versos, que evocan con emoción la fragilidad de la infancia:

Cando a nai mata as luces
nace un silencio
que é redondo e escuro,
mais non dá medo.

A mí la figura de esta gallega por vocación me conmueve por varias razones: su amor a la enseñanza, su captación de la ternura de nuestros primeros años y su sorprendente deseo de abrazar una lengua que no le correspondía por nacimiento. Esta capacidad para valorar lo ajeno es, me parece a mí, una buena enseñanza para los tiempos que corren.

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