EN EXPOSICIÓN (XXIV): GABRIELE MÜNTER
Salgo de la exposición de la pintora Gabriele Münter en el Museo Thyssen-Bornemisza intrigada por las escasas referencias que tenía sobre ella hasta ese momento. Se me viene a la cabeza, claro está, una razón que no puede ser obviada: la menor relevancia alcanzada por las mujeres artistas en relación con sus colegas masculinos, que no por ser una afirmación tan repetida en tiempos recientes deja de ser ajustada a la realidad. A eso se une la sospecha de que el expresionismo que desarrolló Münter en gran parte de su trayectoria tiene un carácter amable, alejado de las visiones perturbadoras de otros pintores que se consideran más representativos de dicho movimiento. La pintura de esta autora es —se me ocurre— demasiado bonita, demasiado luminosa y tranquilizadora para ser tomada en consideración entre testimonios desgarradores de una época convulsa. Pero hay algo más en esta artista, descubro al fin, que la hace escurridiza al recuerdo, y es la multiplicidad de sus estilos, que impide e...