ROSTROS, MANOS

Hace unos meses, incluí en este blog el enlace a un vídeo titulado Rostros, compuesto por más de cien primeros planos considerados por el autor, miembro de la redacción de la revista cultural Flavorwire, como merecedores de figurar entre los más bellos de la historia del cine. Empecé entonces a darles vueltas mentalmente a los que yo elegiría para hacer mi propia selección. Se inició así un largo proceso que termina hoy con la presentación en este blog del vídeo titulado Rostros, manos. Primeros planos de cine.

Su elaboración ha sido, lo confieso, una tarea bastante más ardua de lo que habría deseado. La parte realizada en mi imaginación ha resultado con diferencia la más divertida: rememorar esos primeros planos que en su momento me dejaron pegada a la butaca del cine, comentar con amigos los que ellos incluirían, recordar el momento de mi vida en que vi cada una de las películas seleccionadas y la impresión que me causaron… Su realización material me ha dado más de un quebradero de cabeza. Pido perdón por las torpezas técnicas; espero que la belleza de las imágenes (y de la música) puedan compensarlas. En estos casi cuatro minutos están contenidos muchos de los mejores recuerdos que conservo de mi vida de espectadora de cine: momentos que me asombraron, que me hicieron llorar, que me aterrorizaron en su día, y que han vuelto –y volverán- una y otra vez a mi cabeza a lo largo de los años. Algunos amigos lo han visto ya y han reconocido la mayoría de los planos sin necesidad de los créditos finales; está claro que se trata de escenas que están en el imaginario de toda una generación. Hay quien, incluso, se ha lanzado a editar su propio vídeo. Y es que tal vez sean contagiosos, estos deseos de recordar.

Comentarios

  1. Siempre me sorprende, a pesar de todo lo que hemos compartido ya, tu capacidad para "ver". Y me encanta porque yo, que me siento tan negada para eso, veo a través de tus ojos y gracias a ellos descubro. Me has ayudaddo a recordar escenas maravillosas. Ole! L.

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    1. No sabes cuánto me alegro. Precisamente ese era mi objetivo: tirar del hilo de mi memoria (y si, de paso, otros recordaban conmigo, mucho mejor). Gracias por apreciar, como siempre, mis iniciativas.

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  2. El ojo que ves no es
    ojo porque tú lo veas;
    es ojo porque te ve.
    Machado.
    Absolutamente conmovedor. Me gustan los ojos de Bette Davis.

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  3. Gracias por tu comentario y por los versos de don Antonio, amigo francés. A mí también me gustan los ojos de Bette Davis... Es una de las ausencias de este vídeo necesariamente incompleto.

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