LIBRETA DE LECTORA (VI)

«De niña creía que los libros habían sido escritos para mí, que el único ejemplar del mundo estaba en mi casa.»

«Cuánto tardamos en reconocer a quienes nos van a cambiar la vida».

Irene Vallejo, El infinito en un junco


«Ella también me habla: me refiero no al ridículo murmullo de las hojas agitadas por la brisa, sino a mensajes entrañablemente vegetales procedentes de su interior, de sus partes más tiernas, de su savia…, ¿de su alma?»

Ramiro Pinilla, La higuera


«Sospecho que en todos nosotros, desde que Adán se comió la manzana, acecha la expectativa culpable de esos lejanos golpes en la puerta en mitad de la noche, de las voces bruscas en el vestíbulo y del estrépito de los pasos en las escaleras. En el fondo nadie se cree inocente del todo».

Benjamin Black, Los lobos de Praga


«Todos nosotros estamos resignados a la muerte. Es a la vida a lo que no nos resignamos». 

Graham Greene, El revés de la trama


«Todos los inquisidores del mundo queman los libros en vano, porque cuando un libro comunica algo válido, su ritmo silencioso persiste incluso mientras lo devoran las llamas.»

«…con un libro en la mano abro mis atemorizados ojos a un mundo extraño, distinto de aquel en el que me hallaba hace apenas un instante porque yo, cuando me sumerjo en la lectura, estoy en otra parte, dentro del texto, me despierto sorprendido y reconozco con culpa que efectivamente vuelvo de un sueño, del más bello de los mundos, del corazón mismo de la verdad».

Bohumil Hrabal, Una soledad demasiado ruidosa


«Todos somos, de un modo u otro, criminales. La oscuridad interior es la más negra oscuridad. Todos somos ese malvado monstruo que nos amenaza».

Ahmed Saadawi, Frankenstein en Bagdad


«…aquel lugar del pasado, de los buenos tiempos que nunca lo habían sido.»

Ian Rankin, Nudos y cruces

 

«―Tiene usted mala cara ―dictaminó.

―Indigestión ―repliqué.

―¿De qué?

―De realidad.»

Carlos Ruiz ZafónEl juego del ángel


«Por la noche, alborea el infierno y se posa sobre el mundo».

«Si te encuentras en el fondo de un pozo, podrás ver las estrellas incluso de día».

«La mano percibe vibraciones tenues y lejanas, un movimiento remoto, un aliento; no cabe duda: la tierra es un ser vivo».

 Olga Tokarczuk, Los errantes

 

«…delante de mí, el descanso del cementerio, última morada para corazones sanos, corazones heridos y corazones rotos». 

Charles Dickens, La declaración de George Silverman

 

«Los objetos son peligrosos: duran más que las personas, acumulan tiempo encima que se adhiere a quien los toca». 

Rafael Reig, Amor intempestivo

 

«¡Dios mío! ¡Todo un momento de felicidad! Sí, ¿no es eso bastante para colmar una vida?» 

Fiódor Dostoievski, Noches blancas

 

«La auténtica felicidad es impensable sin la soledad. El ángel caído engañó a Dios posiblemente porque quiso estar solo, soledad que no conocen los ángeles.» 

Antón P. Chéjov, El pabellón número 6

 

«Lo que hay de fastidioso en el amor es que se trata de un crimen donde no se puede prescindir de un cómplice». 

Charles Baudelaire, Mi corazón al desnudo

 

«Pero amar es no poder evitar que el corazón pisotee a la inteligencia». 

«Ningún autor escribe el libro del lector, ningún lector lee el libro del autor. A lo sumo pueden coincidir en el punto final». 

Hervé Le Tellier, La anomalía

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